INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
La procesión de la Divina Pastora hunde sus
raíces en las tradicionales celebraciones de las hermandades de Gloria de
Sevilla, que veneran a su titular –en su mayoría la Virgen, algunas santos y
santas y sólo una al Sagrado Corazón de Jesús- y le dedican cultos en el tiempo
más cercano a la fiesta de su onomástica o en una fecha tradicionalmente
designada para ello.
Las procesiones letíficas o de gloria son la
consecuencia natural de un giro hacia la teatralidad barroca que también
experimentan estas devociones a lo largo del siglo XVIII. A lo largo del Barroco
se van configurando diferentes aspectos de dichos cortejos, que son herederos
de los rosarios públicos que comenzaron a salir en 1690 presididos por un
estandarte o Simpecado acompañado por cruz y faroles, modelo que también
instauró nuestra hermandad en 1703, cuando fue presentada la advocación de la
Divina Pastora al pueblo sevillano.
Iglesia de San Juan de la Palma |
Las procesiones de nuestra imagen titular
fueron una constante a lo largo de toda su trayectoria. La primera procesión
documentada de esta imagen, con carácter de traslado público, tuvo lugar el 24
de octubre de 1705, partiendo desde la iglesia de San Juan de la Palma, entonces con rango parroquial. En
dicho templo se encontraba la titular de la Hermandad desde el mes de enero de
dicho año, cuando fue bendecida en el vecino convento de la Encarnación, del
cual recibe el nombre la plaza homónima.
Fue trasladada allí, ocupando el altar mayor,
dado que la capilla mayor era patronato de un hermano de la corporación,
Fernando de Espinosa Maldonado de Saavedra, que luego habría de recibir el
título de Conde del Águila. Desde dicha iglesia de San Juan de la Palma se
trasladó a la iglesia de Santa Marina, donde ocupó la que habría de ser su
capilla durante 233 años. Residiendo en Santa Marina, durante los primeros años, la Hermandad celebró sus cultos con la salida de la procesión de la Corona Seráfica presidida por un estandarte con el lienzo primitivo fijado en él, pero muy pronto se incorporó la procesión de la imagen titular. El esquema celebrativo varió en 1714, cuando por primera vez se instaló el altar del risco en el presbiterio de la parroquia y se celebró la novena de iglesia, la cual predicó nuestro fundador el Venerable Padre Isidoro de Sevilla.
Mientras la imagen recibía culto interno, era
el estandarte el que procesionaba en su nombre, como representante de dicha
advocación. Acaecía que, en ocasiones extraordinarias, la imagen se trasladaba
de un templo a otro. Tenemos constancia del traslado que tiene lugar en 1725
para llevar a la Virgen de nuevo a San Juan de la Palma para los cultos, porque
Santa Marina estaba en obras, y tenía su sede provisional en la ermita de San
Blas (sita en la calle del mismo nombre, y ahora desaparecida), cuyas pequeñas
dimensiones no permitían desplegar todo el aparato requerido por los cultos solemnes
que habían de celebrarse.
El Estandarte de la Divina Pastora saliendo de San Martín en 2002 |
Otra procesión digna de reseñarse es la de 1732, que contó con la presencia de la nobleza hispalense, la Real Maestranza de Caballería y otras muchas personalidades. Para dicha salida, se estrenó el Estandarte de Gala que hoy sigue formando parte del cortejo.
La procesión de la Virgen durante todo el siglo
XVIII y gran parte del siglo XIX tuvo lugar a finales del mes de agosto,
después de la novena. En 1817 constan datos de otra gran procesión, organizada
gracias al esfuerzo de don Manuel del Real García, eximio Mayordomo que fue
durante más de cuarenta años de la corporación. A lo largo del siglo XIX la
procesión sufrió algunos altibajos, que se mantuvieron ya a lo largo de toda la
historia. Con buen criterio, todos preferían que la imagen no perdiera su
novena antes que dejar de procesionar, y cuando lo hacía figuraba acompañada de
otras imágenes como Santa Marina o San Miguel Arcángel.
Así, dado el caso de que las procesiones
devenían en languidez, se aprovechaban los aniversarios de la Hermandad para
recuperar el ritmo de las salidas. Durante el mandato del mencionado Manuel del
Real se mantuvieron, destacando la incorporación en 1827 de los niños zagales (foto en la cabecera del blog) cantando delante del paso con el
sombrero en la cabeza, especial privilegio que conservamos. Del Real falleció
en 1848, y la Hermandad siguió esforzándose en mantener este culto público.
Monasterio de Santa Paula en un dibujo de Richard Ford |
En
1855 trasladó la imagen al monasterio de Santa Paula por rogativas ante la
epidemia de cólera morbo, haciéndolo también en 1885 por otra epidemia similar.
En los últimos años del siglo XIX participó en varias procesiones del Corpus
Catedralicio la imagen y en 1896 en una misión de los padres Capuchinos.
Con la llegada del siglo XX devinieron
importantes ocasiones para el lucimiento de la imagen en procesiones
extraordinarias. En 1903 tuvo lugar la primera y más importante, coincidiendo
con el Bicentenario de la Hermandad y tan sólo un día después de la
proclamación del Voto Asuncionista. La Virgen salió el día 7 de septiembre y
regresó el día 8, después de la función solemne en la catedral presidida por el
cardenal Marcelo Spínola y Maestre. Desde entonces, la procesión no tuvo
constancia. Otra celebración parecida, en este caso por el 325 aniversario, se
llevó a cabo en 1928. Aquel año salió el día 23 de septiembre, dirigiéndose
también a la iglesia catedral, donde hizo estación para volver en la misma
noche a Santa Marina.
Iglesia de Santa Marina destruida en el incendio. |
Ya no volvería a procesionar más desde esta
iglesia. El año 1936 dio al traste con las ilusiones de los hermanos. La imagen,
lo mismo que en 1864 tras el primer incendio, salió ilesa, rescatándose a
través de un butrón practicado en la pared de su capilla. La imagen se trasladó
a la Iglesia de los Venerables hasta 1937, cuando fue llevada a la capilla del
ex-convento de la Paz (que ya había acogido a su vecina de Santa Marina, la
hermandad de la Sagrada Mortaja), y de allí a San Martín el día 7 de enero de
1942, donde mantuvo sus cultos y procesión hasta hace poco más de veinte años.
La Divina Pastora en el templo de San Martín, ocupando la capilla bajo el órgano (1942-1992) |
Teniendo su sede en San Martín, además de sus procesiones de regla, participó en la extraordinaria del 12 de noviembre de 1950 con motivo de la Declaración Dogmática de la Asunción de Nuestra Señora, llegando hasta la Catedral en compañía de otras efigies dolorosas y de gloria, entre las que figuró, reconociendo así el Cardenal Segura la importancia de haber sido la primera hermandad que hizo Voto de defender el misterio asuncionista.
Eldía 11 de octubre de 1959 fue trasladada al
Estadio Universitario de la Macarena para presidir la inauguración de la II
Semana Deportiva, usando como andas procesionales un Land Rover preparado y adornado al efecto. En 1960 la procesión
también tuvo carácter especial por el estreno del paso de madera tallada y
dorada que aún sigue usando la imagen titular.
Ya en el último tercio del siglo XX la
procesión llegó a suspenderse varios años, y cambió su sede por motivos muy
diversos. En el año 1977 la imagen recibía culto en San Andrés, de manera
provisional. Ya en 1985 la encontramos de nuevo en San Martín, de donde salió
por obras en 1988 y se trasladó a la iglesia de las Esclavas. En 1991 la imagen
fue trasladada al convento de agustinas concepcionistas ermitañas de la Plaza
Virgen de los Reyes, que otorgaron carta de Hermandad en el IV centenario de la
fundación del cenobio y motivadas por haber sido las primeras que vistieron a
la imagen tras su bendición.
El 13 de septiembre de 1992 la Divina Pastora
fue trasladada a la capilla de la calle Amparo para su bendición. Poco antes,
desde el 25 de junio al 25 de julio la imagen había sido llevada a la iglesia
de Nuestra Señora de la Paz, de los hermanos de San Juan de Dios, para formar
parte de la muestra “Glorias de Sevilla” con otras importantes imágenes
letíficas. En 1994 presidió en el Patio de los Naranjos de la Catedral el
Pregón de las Glorias, pronunciado por Joaquín Caro Romero.
La Pastora de Santa Marina regresando de la catedral el día 28 de septiembre de 2003 |
Ya en el siglo XXI han sido dos procesiones
extraordinarias las que ha presidido la titular de la corporación. En el año
2003, salió el día 30 de mayo para visitar la iglesia de San Gil, volviendo en
la misma noche y visitando por primera vez la calle Divina Pastora, que hasta
entonces había resultado inaccesible por la estrechez del viario circundante.
La procesión de septiembre tuvo como término la Santa Iglesia Catedral,
cambiando el tercer sábado entonces habitual por el último, para regresar el
domingo 28, tras la Solemne Misa Estacional celebrada la mañana antes por el
arzobispo Amigo, que en dicha eucaristía recibió el título de Cardenal de la
Santa Iglesia.
A los pies de la Giralda en su traslado al convento de las Agustinas en diciembre de 2005 |
En el año 2005, en diciembre, fue llevada de
nuevo al convento de las Agustinas de la plaza Virgen de los Reyes,
conmemorando el tricentenario de su bendición, terminando así la historia
procesional de nuestra titular y su corporación. En la procesión de 2006 formó
parte del cortejo una importante representación de la peregrinación
"Europa Santa", procedente de Barquisimeto, Venezuela. En el año 2011
presidió la procesión Monseñor Franco Semmerano, Rector de la Basílica
Pontificia de Martina Franca, localidad italiana muy vinculada a la devoción a
la Divina Pastora. En 2014, por segunda ocasión en el siglo XXI, la procesión
tuvo que ser suspendida por razones meteorológicas, rezándose en el interior de
la capilla la Corona Seráfica.
PROCESIÓN
DE LA DIVINA PASTORA: DETALLES Y CARACTERÍSTICAS.
Celebraciones
previas.
Altar del Risco montado este año para el Solemne Triduo |
La procesión de nuestra titular tiene lugar
siempre el Tercer Domingo de Septiembre, pudiendo realizarse entre el día 15 y
el día 21. Previamente, se han celebrado el Triduo y la Función Principal de
Instituto, que coincide siempre con el segundo domingo del mes. El Triduo se
celebra ante el montaje del altar del
risco simulando un collado natural en el que se presenta a la Pastora,
siguiendo la tradición de la Hermandad, ante el cual se reza en su esencia el
ejercicio de la novena, obra de Fray Isidoro de Sevilla, aunque reducido y
compendiado en el actual ejercicio de Triduo.
La Divina Pastora luciendo su nueva tiara |
Este año la imagen ha estrenado una hermosa tiara, donada por nuestro hermano Félix Lerma Carrión, así como una enagua antigua, donada por una devota y adaptada por la camarera de nuestra titular, la señorita María del Carmen Pernía Romero. Otros muchos enseres litúrgicos han sido empleados por primera vez e incorporados al patrimonio corporativo.
Tras el triduo tiene lugar, y en la víspera de
la función habitualmente, sale la procesión de la Corona Seráfica, que es una
oración pública presidida por el estandarte de la Divina Pastora, y repite los
modelos establecidos por nuestro fundador Fray Isidoro de Sevilla. Sale siempre
el sábado anterior a la función principal, si éste no cae en 8 de septiembre.
Dado el caso se traslada al viernes previo a la salida procesional.
Este año la procesión de la Corona Seráfica ha
hecho estación en la Basílica de Jesús del Gran Poder, donde se ha ganado el
Jubileo de la Misericordia así como la iglesia conventual de Santo Tomás, de
los frailes dominicos, que están celebrando el Jubileo del DCCC aniversario de
la aprobación de la regla de la orden. Antes de retornar a nuestra capilla,
rendimos visita a la Hermandad de la Sagrada Lanzada, en recuerdo del CCCL
Aniversario de la fundación de la Esclavitud de Nuestra Señora de la Esperanza
Divina Enfermera, luego fusionada con la cofradía de penitencia.
El mismo día de la procesión, Tercer Domingo de Septiembre, a las 13 horas, se celebra la misa preparatoria de la salida. A las 19 horas comienza a salir la procesión.
El mismo día de la procesión, Tercer Domingo de Septiembre, a las 13 horas, se celebra la misa preparatoria de la salida. A las 19 horas comienza a salir la procesión.
Nuestra procesión.
1. El
cortejo.
Altar de insignias de la Hermandad |
Aunque la Hermandad no tiene un alto número de
hermanos, la procesión destaca por su brillantez. El hermano que coordina el
cortejo porta la vara de Diputado Mayor
de Gobierno, antigua del Mayordomo, decimonónica, realizada en plata
cincelada con cartela de rayos en la que se inserta el Cordero Místico. Los auxiliares que portan palermos de gobierno de madera oscura con remates y regatones de
metal plateado, obra de Orfebrería Andaluza. Uno de los palermos, más alto, es
el palermo del Mayordomo.
La procesión se inicia con la Cruz Alzada, antigua del Rosario de
Hombres, pieza magistral de finales del siglo XVIII, tallada en madera dorada
con aplicaciones de espejos que descansa sobre templete sustentado por cuatro
volutas con una imagen de la Divina Pastora en su interior. En los vértices
superiores de dicho templete, aparecen cuatro pequeños ángeles que portaban
atributos hoy desaparecidos. Va portada por acólitos revestidos de dalmática
blanca y la escoltan dos faroles del juego de metal dorado y cristal que posee
la hermandad.
Continúa el cortejo la Bandera Franciscana, de raso color crudo bordada en sedas de
colores en un convento femenino vallisoletano izada sobre asta de Orfebrería
Andaluza, portada por un acólito revestido de sotana
y roquete y escoltado por dos varas realizadas en 1998 en el taller de
Orfebrería Andaluza, como el resto de varas que forman parte del cortejo,
exceptuando las de presidencia.
Prosigue el cortejo con la nueva Bandera de la Realeza de María, que
tiene como base un antiguo paño de raso celeste y blanco pintado al que se le
ha aplicado un tondo bordado en sedas con la imagen de la Divina Pastora,
donado por nuestro hermano fallecido Juan Martínez Alcalde. A dicha seda se han
aplicado atributos de orfebrería y se remata con un cordón de oro trenzado. Los
trabajos de confección han sido ejecutados por doña Fidelia Tercero Valero. Por
centrar la insignia un icono mariano, la escoltan dos pequeños faroles de
metal, estreno de este año, del taller de Antonio Rueda.
Simpecado de los Maestrantes |
Tras esta bandera figura el Simpecado de los Maestrantes, insignia
donada por la Real Maestranza de Caballería en 1833. Ante el deplorable estado
de la insignia original, fue encargada una réplica al bordado don José Luis
Sánchez Expósito, del taller de Bordados Santa Clara. Este año se rematan los
trabajos con el nuevo cordón de plata y sedas, que ha trenzado artesanalmente
Concepción Rodríguez Cordero, camarera de la Divina Pastora y propietaria de
"Casa Rodríguez" en la calle Francos, 35.
Aparece a continuación, escoltada por otras dos
varas, la Bandera Asuncionista, estrenada
en 1907 y atribuida a Patrocinio Vázquez del Real, camarera entonces de la
Divina Pastora, que porta inscripción alusiva a la primacía que goza nuestra
Hermandad en defensa de la Asunción de Nuestra Señora, privilegio mariano que
defendió antes que ninguna otra entidad, corporación o cabildo en el mundo.
A mitad del cortejo, ocupa lugar de honor el Estandarte de Gala de la Divina Pastora, donado en 1732 a nuestra hermandad por el VII Duque de Osuna, don José María Téllez-Girón y Benavides y estrenado en la procesión del 15 de agosto de aquel año. La insignia portaba en su origen un lienzo de Alonso Miguel de Tovar, que actualmente posee la corporación, conservándolo adecuadamente. La actual estampa es obra contemporánea, coetánea de la restauración de los bordados en 1991 por el artista astigitano Joaquín Ojeda.
Dicho Estandarte de Gala de la Divina Pastora
tiene privilegio de ser portado por un Grande de España en nombre del Rey, por
eso es saludado a su salida por la Marcha Real. Actualmente es portado por un
acólito vestido de sotana y roquete, que aparece escoltado por cuatro acólitos
llevando faroles de cristal y metal dorado realizados por Antonio Rueda en
2011, que son los que alumbran a esta insignia en la procesión de la Corona
Seráfica.
Los ancianos de San Juan Grande esperando a la Pastora |
La insignia, con motivo de la procesión, luce
el fajín de máxima autoridad concedido por la Asociación “Memorial Reales
Tercios” en 2012, acompañado de la Gran Cruz de dicha entidad y otras
condecoraciones militares y eclesiásticas. Diversas medallas y broches adornan
los bordados del Simpecado, recordando la tradición. De los cordones del
Estandarte cuelgan cintas de raso azul y blancas, previamente bendecidas, que
se entregan a los enfermos en recuerdo de las que daba Fray Isidoro a los
impedidos que encontraba mientras procesionaba la Corona por las calles del
barrio. Muchas de ellas se ofrecen a los ancianos de la Residencia "San
Juan Grande", siempre dispuesta a colaborar con nuestra corporación.
Estandarte corporativo |
A continuación, portado por un pertiguero vestido con ropón rojo galoneado en oro, aparece el Libro de Reglas, de terciopelo azul con apliques de plata estrenado en 1997, acompañado de dos varas y la pértiga propia de su portador, realizada en metal plateado por Manuel de los Ríos con templete superior presidido por la efigie de San Miguel Arcángel, que ejerce el cargo de Mayoral perpetuo de la corporación.
A continuación figuran en el cortejo las hermandades invitadas, cerrando la representación de la “Asociación Memorial Reales Tercios”, antes de nuestro estandarte corporativo, realizado en terciopelo rojo bordado en oro por autor anónimo en los primeros años del siglo XX. Justo después, figura el remate del cortejo civil. Acompañando a otros hermanos mayores y representantes, la Teniente de Hermana Mayor (también Delegada del Consejo de Hermandades y Cofradías), así como el Hermano Mayor, el Consiliario y el Director Espiritual o sacerdote que presida portan un juego interesante de varas de presidencia.
Dichas varas, en orden decreciente y con
distinta combinación cromática para distinguir la dignidad del cargo que las
porta, poseen vástago rocalla y cartela rematada en cruz, realizadas tres de
ellas en 1790 (con cartela ocupada por una imagen pequeñita de bulto de la
Divina Pastora) y el sacerdote una con las Ánimas del Purgatorio, realizada por
la Hermandad Sacramental en 1822 para burlar los efectos de la desamortización.
Todas ellas son de cobre plateado o sobredorado.
Por segundo año, en la presidencia, junto al
Hermano Mayor y Consiliario, figura la representación
viva de Santa Marina, encarnada por Patricia
Monge León, que lucirá un traje diseñado y confeccionado para la ocasión
por Francisco José Solís Cabezón, modisto
y diseñador de Chucena (Huelva).
Reliquia de San Francisco de Asís |
Justamente detrás de la presidencia, por su
carácter venerando (digna de veneración), figura la reliquia de San Francisco de Asís, portada por un acólito revestido
de sotana y roquete, escoltado por otros dos con dalmática portando faroles que
la escoltan y alumbran. El relicario de metal dorado y plata cincelada, donado
por una devota en 2012, fue concluido por el taller de Orfebrería Andaluza. Es
portada con paño de hombros blanco propio de la fiesta de San Francisco. Va
siendo besada durante el recorrido.
El cortejo
litúrgico queda iniciado por los cuatro ciriales (Orfebrería Andaluza),
pertiguero y dos incensarios que preceden al paso de la Divina Pastora. Los
acólitos visten albas y dalmáticas de brocado blanco y el pertiguero un ropón
celeste de similar tejido. Este juego de ornamentos fue realizado por la actual
Mayordoma, Rosa González Velasco.
Cerca de las andas, camina un hermano con la
responsabilidad y vara de Fiscal de
Paso, de plata antigua con cartela hueca en la que se muestra al Cordero de
los Siete Sellos. Junto al paso también figuran los zagales reales, encarnados desde 1827 por niños y niñas de la
corporación que portan trajes de terciopelo, seda y piel de borrego con galones
y botonaduras dorados, y van tocados de sombreros de paja recordando el
privilegio que tenían de cantar ante la Virgen con la cabeza cubierta.
Normalmente reparten las almendras
milagrosas, en recuerdo de la que entregó Fray Luis de Oviedo, compañero de
Fray Isidoro a un enfermo, consiguiendo su curación. Este año celebramos esta
piadosa tradición de forma especial. Remata la procesión el preste acompañado de acólitos y la
banda de música.
Las andas
de la titular.
Conjunto de las andas procesionales de la Divina Pastora |
El paso
de la Divina Pastora, como se ha indicado antes, fue realizado en 1959 por
el tallista Miguel Alonso, que tenía su taller en el entorno de la Plaza del
Duque. Fue la última gran obra de la Hermandad antes de la debacle del siglo
XX. De estilo rocalla, alumbrado por cuatro candelabros con coronillas
realizadas en 2002 por Orfebrería Andaluza donadas por hermanos y devotos,
recuerda fielmente el que estrenó en 1918 la hermandad del Valle para su
titular, el Cristo de la Coronación de Espinas.
Además de elegir ese estilo por ir acorde con
la cronología creacional de nuestra titular, las relaciones con la hermandad
del Jueves Santo eran muy importantes entonces, tanto que principales
responsables de las dos corporaciones figuraban en la nómina de ambas,
compartiendo también artífices para su patrimonio. Ya en 1805, el Cristo de la
Coronación de Espinas estrenó una clámide bordada con granadas por Antonia
Bazo, que era a la vez camarera auxiliar de la Divina Pastora y camarera del
mencionado Cristo. Otra camarera de la Divina Pastora, la ya mencionada
Patrocinio Vázquez del Real, bordó el antiguo manto de salida de la Virgen del
Valle, hoy en poder de la Hermandad de Jesús Nazareno de Huelva.
El paso va dirigido como capataz por Manuel Antonio Santiago Muñoz, auxiliado
de su equipo, que toca un llamador realizado
en 1971 por Seco Velasco figurando un cordero de bulto redondo. La cuadrilla va
formada por treinta costaleros.
La imagen
titular y su iconografía.
Sobre el paso destaca la imagen titular, realizada en 1705 por Francisco Antonio Gijón, en
actitud sedente, de talla completa con brazos articulados, que ha sido
restaurada en reiteradas ocasiones, la última por Juan Manuel Miñarro en 1992.
La imagen se presenta ricamente sobrevestida. La saya que lucirá este año es la de tisú de plata bordada en oro de
autor anónimo y datada en el siglo XIX. El rico manto procesional bordado en oro sobre raso celeste presenta una
original composición de piezas de diferente datación, que fueron unidas en esta
pieza en 1902, siendo camarera doña Rafaela Rus del Real. La fecha documentada
de esa intervención, nos lleva a dilucidar que la bordadora que la llevó a cabo
era Patrocinio Vázquez, viuda de Real, que luego también fue camarera de la
Divina Pastora.
El atuendo textil se completa con una pellica de cordero natural, prenda
dividida en cinco piezas para facilitar su colocación a la imagen, que aparece
tocada con una pamela de encaje, elegida
entre la colección de ocho que posee. Este año, lucirá un sombrero de encaje de
hilo de plata, aplicado sobre bastidor por nuestro hermano Felipe Arellar
Morillas, adornado con flores de talco en metal plateado realizadas por Samuel
Ortega Castilla y que donó la familia Fernández Santizo, vecinos de la calle
Divina Pastora. Otro complemento son los puños
de encaje, que este año serán estrenados tras su donación por parte del
vestidor de la imagen.
Acompañan a la Virgen los corderos del Rebaño, realizados en madera dorada y estofada de
diferente mano. Tres de ellos atribuibles a Manuel Gutiérrez-Reyes Cano
realizados en 1907 y donados por el mayordomo don Manuel Fernández Silva, y
otros dos anónimos, uno de pequeño tamaño y otro con la cabeza hacia arriba,
más antiguo, de datación incierta. Todos llevan en la boca rosas de metal del
tipo "flores de talco", de igual clase y autoría que la pamela que
lucirá la Divina Pastora.
La imagen se presenta ricamente enjoyada |
La imagen, tan sólo vestida con las prendas mencionadas, brilla por sí sola, pero, por prescripción iconográfica de Fray Isidoro, es enjoyada abundantemente. Las alhajas que luce nos hablan de una historia prolongada y fructífera. Destacan por su valor histórico el llamado “lazo” de Fray Isidoro de Sevilla, que dignifica el lazo de raso o tejido con que la imagen de la Pastora debería cerrar su pellica, según aparece en el lienzo fundacional. Esta pieza que al parecer fue donada por nuestro fundador, y debió ser joya de moda, dado que otras muchas imágenes tienen piezas similares en su ajuar, como la Virgen del Rosario de Santa Catalina.
Otro conjunto importante es el aderezo de la reina Isabel de Farnesio, donado por la esposa de Felipe V durante la estancia de la corte en Sevilla, al parecer en acción de gracias por el trono de Nápoles alcanzado por su hijo Carlos III. También cabe mencionar el broche “panal” de oro y esmeraldas, con más de treinta piedras de este tipo verdoso montadas en forma dodecagonal, de la colección del Duque de Osuna desde el siglo XVII y donado por él mismo a la corporación en los primeros años de su existencia. Destaca de la misma forma el broche de sombrero de estilo Art-Nouveau, con cristales multicolores montados sobre plata y el toisón de plata y esmaltes azul cobalto, de origen desconocido que algunos relacionan con una distinción nobiliaria venezolana.
Otro conjunto importante es el aderezo de la reina Isabel de Farnesio, donado por la esposa de Felipe V durante la estancia de la corte en Sevilla, al parecer en acción de gracias por el trono de Nápoles alcanzado por su hijo Carlos III. También cabe mencionar el broche “panal” de oro y esmeraldas, con más de treinta piedras de este tipo verdoso montadas en forma dodecagonal, de la colección del Duque de Osuna desde el siglo XVII y donado por él mismo a la corporación en los primeros años de su existencia. Destaca de la misma forma el broche de sombrero de estilo Art-Nouveau, con cristales multicolores montados sobre plata y el toisón de plata y esmaltes azul cobalto, de origen desconocido que algunos relacionan con una distinción nobiliaria venezolana.
Cruzada sobre el pecho lleva la banda de Isla Margarita (Venezuela) |
En el manto puede verse siempre un rosario que
toma la forma del AveMaría. Este año se estrena para dicho fin una hermosa corona seráfica de piedras de cristal azul
montadas en filigrana de plata dorada, donada por un grupo de hermanos y
bendecida el día 11 de septiembre de este año por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D.
Ángel Rubio Castro, obispo emérito de Segovia y Consiliario Nacional del
movimiento de Cursillos de Cristiandad, invitado expresamente para presidir la
Fiesta Principal de Instituto.
Multitud de pequeñas preseas y joyas personales
de hermanos y devotos completan la iconografía. En cuanto a distinciones y honores, la imagen luce
el fajín de Teniente General de la Fuerza Terrestre que le ofreció el Excmo.
Sr. D. Manuel Borra Gutiérrez de Tovar en 2004. Sobre su pecho, la Banda de Isla Margarita, condecoración
venezolana entregada a la imagen en 2007 con motivo de la peregrinación
realizada por la Hermandad a Barquisimeto para entregar la imagen vicaria de
nuestra titular. Los botones de
Barquisimeto y del Estado Lara también le fueron entregados entonces a la
imagen.
Los atributos iconográficos que porta la imagen son la aureola de estrellas, realizada en plata sobredorada y estrellas de oro por Orfebrería Andaluza en 2003, le fue impuesta a la hermandad el día 23 de septiembre de dicho año, en el día en que se cumplía el Tricentenario de la corporación. Porta en su mano un cayado, realizado en el taller de Jesús Domínguez en 1973, siendo donado por Antonio Delgado Hoyos. Todo ello aparece dispuesto por sumo gusto por su vestidor Álvaro Martín González, auxiliado por las camareras María del Carmen Pernía Romero, Concepción Rodríguez Cordero y Estefanía González Vázquez.
Bello rostro de San Miguel Arcángel |
Todos estos elementos artísticos aparecen rodeados de ornamentos efímeros que dan vida y efecto al conjunto. A la espalda de la Virgen aparece un granado, cortado ex profeso para la procesión, adornado con sus frutos y campanas de metal de diverso tamaño, que dan una hermosa sonoridad al discurrir del paso. También se colocan clavellinas simulando las flores del granado y una hermosa granada de plata en su color. Del árbol pende, estreno de este año, un hermoso zurrón de plata de ley cincelada en forma de venera.
El exorno floral es colocado cada año por el
cofrade gaditano Juan Manuel León Pérez,
que colabora habitualmente con la hermandad en estas labores. Por todo el
paso se distribuyen simulacros de animales (mariposas, pájaros, una perdiz
disecada que hay que encontrar para volver a ver a la Virgen el año que viene)
que contribuyen al efecto naturalista de las andas. El encendido de los candelabros irá a cargo de la familia Santizo, de larga tradición en la hermandad.
El
acompañamiento musical.
La banda que acompaña el paso de la Divina
Pastora es la Banda de Música “Nuestra Señora del Sol” dirigida por Antonio
Moreno Pozo, que encabeza esta formación musical unida a la Hermandad del mismo
título que procesiona el Sábado Santo. El repertorio que interpreta es amplio,
clásico y apropiado a la imagen a la que acompañan. Destacan por su simbolismo
las marchas propias de la corporación:
José Manuel Delgado Rodríguez, hermano número 7 y autor de dos de nuestras marchas |
Divina
Pastora
(José Manuel Delgado, 1998)
Pastora
de Santa Marina
(José Manuel Delgado, 2003)
Pastora
Asunta
(Juan Antonio Verdía, 2004)
Pastora y
Reina
(Juan Velázquez, 2010)
Pastora
Madre y Soberana
(Lucidio Quintero, 2012)
Himno de
la Divina Pastora
(Cogollos-Vega/ Palomino Olías, 2015)
La Fuente
de las Pastoras
(Rubén Jordán Flores, 2015).
Se interpreta la Marcha Real a la salida del
Estandarte de la Divina Pastora y de las andas procesionales, así como a la
entrada de cada uno de ellos. Mientras termina de salir el cortejo, se
interpreta también una marcha, elegida cada año por la Diputación Mayor de
Gobierno, y que esta vez será "La Procesión del Corpus", de Antonio Moreno Pozo. La primera marcha que se interpretará tras la salida de la imagen será "La Fuente de las Pastoras" de Rubén Jordán Flores.
El
recorrido.
El recorrido de la procesión es el siguiente.
Tras la salida, toma las calles Amparo, Madre María Purísima de la Cruz y sale
a Feria, donde hace la primera estación en la iglesia de San Juan de la Palma (19:30 h.), que fue el primer
templo que la acogió. Allí la reciben las hermandades de la Amargura, Nuestra
Señora de la Cabeza y Nuestra Señora de Montemayor. Continúa su recorrido por
la calle San Juan de la Palma hasta llegar al monasterio de las Madres Comendadoras del Espíritu Santo (20:00 h.),
donde es recibida por la comunidad de religiosas.
Muy cerca esperan también, con mucha ilusión e
incluso un altar instalado para la ocasión, los ancianos de la Residencia San Juan Grande, a quienes
entregamos cintas del Simpecado, almendras y estampas.
Después de estas dos emotivas paradas, la Virgen
continúa su recorrido por la calle Espíritu Santo hasta Castellar, girando por
Churruca acercarse a la calle Infantes, tomando por Inocentes hasta la calle
San Blas. A partir de ahí, la plaza del Cronista le sirve de prólogo a los más
emotivos momentos de la procesión.
La Divina Pastora por su calle en el cartel de este año |
La calle
Divina Pastora (21:30 h), que recibe ese nombre por nuestra imagen desde
1898, une las iglesias de Omnium Sanctorum y Santa Marina. Para la procesión y
las medidas de las andas procesionales, es solamente transitable el tramo entre
San Blas y González Cuadrado, que es el que recorremos nosotros cada Tercer
Domingo de Septiembre. A lo largo de la calle se disponen banderas, colgaduras
en balcones, petaladas y fuegos de artificio, entre el entusiasmo de los
jóvenes de la Hermandad, que preparan todo el exorno, habiéndose estrenado una
nueva serie de reposteros con el Himno de la Divina Pastora y diferentes
representaciones pictóricas de nuestra devoción.
A la llegada de la procesión a la esquina de
González Cuadrado, en una estudiada sucesión de marchas, que incluye
“Coronación de la Macarena”, “Encarnación Coronada” y “Pasan los
Campanilleros”, la Virgen llega, recibe las ofrendas de hermanos y devotos y
continúa su camino. Primero tiene lugar la salutación
poética o fervorín, pronunciado por nuestro hermano Francisco Javier Segura Márquez. A continuación, viene el canto de las sevillanas, a cargo de Jesús
Morilla Castaño. Posteriormente, para terminar, la petalada y función de fuegos de artificio, con la cual concluye tan
emocionante punto del recorrido, que suele exornarse con un arco de madera con decoración en estilo
rocalla, diseñado por Rafael Laureano Martínez González y decorado por Pedro González Vázquez.
A continuación, la imagen baja por González
Cuadrado hasta la plaza de Montesión, para hacer estación en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario
(22:30 h.), donde la recibe la Archicofradía del mismo título. Termina de
bajar la calle Feria, y toma Aposentadores hasta la capilla, realizando su
entrada a las 23:30 horas. El acto de culto concluye con las preces por los
hermanos difuntos y el canto de la salve.
DATOS
IMPORTANTES
Fecha y
lugar de salida:
18 de septiembre. Capilla de la Divina Pastora.
Hermano
Mayor:
Gabriel Solís Carvajal.
Vestidor
y Prioste:
Álvaro Martín González
Capataz y
cuadrilla:
Manuel Antonio Santiago Muñoz y auxiliares. 30
costaleros.
Cortejo:
50 personas.
Estrenos:
Bandera de la Realeza.
Faroles de acompañamiento de dicha insignia.
Conclusión del Simpecado de los Maestrantes.
Traje de Santa Marina.
Puños para la Divina Pastora.
Juego de ropa interior para la imagen.
Corona seráfica prendida en su manto.
Zurrón de plata cincelada para la Virgen.
Reposteros para el adorno de las calles.
Itinerario:
Salida (19:00 horas)
Amparo
Madre María Purísima de la Cruz (19:30)
San Juan de la Palma
Espíritu Santo (20:00)
Castellar
Churruca
Inocentes
Infantes
San Blas
Plaza del Cronista
Divina Pastora (21:30)
González Cuadrado
Plaza de Montesión (22:30)
Feria
Aposentadores
Amparo
Entrada (23:30)
Estaciones en la iglesia de San Juan de la
Palma, Monasterio del Espíritu Santo, Residencia San Juan Grande, calle Divina
Pastora y capilla de Montesión.
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